El panorama económico de 2025 presenta desafíos significativos para el mercado del oro. Después de años de anticipar un cambio en la política de la Reserva Federal (Fed), el entorno ha cambiado drásticamente. El objetivo de alcanzar los $3000 por onza de oro, propuesto por Bullion Bank, podría estar en peligro si la Fed mantiene una postura más agresiva (hawkish).

El impacto de los aranceles de Trump
Además de la política monetaria de la Fed, las políticas económicas implementadas, como los aranceles de Trump y las medidas de reducción de costos, están generando incertidumbre. Estos factores combinados podrían impedir que el oro alcance el precio objetivo esperado. Vince Lanci, experto en la materia, analiza esta situación en detalle, ofreciendo perspectivas valiosas sobre el futuro del oro.
Las tensiones comerciales, exacerbadas por los aranceles, afectan las relaciones con socios comerciales clave como México y Canadá. Estos países son importantes para muchos estados de EE. UU., y las tarifas impuestas podrían tener consecuencias negativas para la economía estadounidense. "Los aranceles pueden generar represalias y afectar las cadenas de suministro," advierte un analista económico.
La triple misión de la Fed en tela de juicio
Otro aspecto crucial es la creciente crítica hacia el triple mandato de la Fed: controlar la inflación, estabilizar los precios y asegurar el máximo empleo. Muchos argumentan que este enfoque ha generado confusión y contradicciones en la implementación de políticas, lo que exige una reevaluación profunda de las responsabilidades y el enfoque de la Fed.

Inversión en chips y el retorno a EE.UU.
En un giro positivo para la economía estadounidense, la empresa taiwanesa TSMC, líder en la producción de procesadores avanzados, ha prometido una inversión de 100 mil millones de dólares en los próximos cuatro años. Esta inversión representa un retorno significativo de la producción de chips a Estados Unidos y podría considerarse una victoria para las políticas proteccionistas de Trump.
La relocalización de la producción de chips a Estados Unidos no solo impulsa la economía local, sino que también fortalece la seguridad nacional. Este movimiento estratégico reduce la dependencia de otros países en la producción de componentes críticos.

En resumen, el futuro del oro y la economía estadounidense está sujeto a una serie de factores interconectados. La política de la Fed, los aranceles comerciales y las inversiones estratégicas como la de TSMC jugarán un papel fundamental en la configuración del panorama económico de los próximos años. El tiempo dirá si el oro alcanzará los $3000 y cómo se resolverán los desafíos planteados por el triple mandato de la Fed.