A sus 45 años, Pablo Campos puede presumir de un currículum envidiable, con experiencias en empresas de renombre mundial como Google, Telefónica, Stellantis y hasta MasterChef World. Pero, ¿qué lleva a alguien con semejante trayectoria a dejarlo todo para sumergirse en el a veces incierto, pero siempre apasionante, mundo de las startups?
La historia de Pablo es una de reinvención y búsqueda de nuevos desafíos. Tras años trabajando en grandes corporaciones, sintió la necesidad de un cambio, de un entorno más dinámico y con mayor impacto. "Siempre he sido un emprendedor en el fondo", comenta Pablo. "Las startups me permiten aplicar mi experiencia de una manera más directa y ver los resultados de mi trabajo de forma tangible".
El cambio de paradigma
El salto de una multinacional como Google a una startup no es fácil. Requiere un cambio de mentalidad, una mayor tolerancia al riesgo y la capacidad de adaptarse rápidamente a un entorno en constante evolución. Pero para Pablo, los beneficios superan con creces los desafíos.
Según él, la clave está en la pasión y la creencia en el proyecto. "En una startup, todos están remando en la misma dirección, con un objetivo común. Eso crea un ambiente de trabajo muy motivador y colaborativo".
Stellantis: Un año complicado
Mientras Pablo Campos busca el éxito en el ecosistema startup, otra de las empresas donde dejó su huella, Stellantis, no ha tenido un año fácil. El gigante automotriz, que agrupa a 14 marcas, ha visto cómo su beneficio neto se desplomaba un 70%, hasta los 5.500 millones de euros. Además, sus ingresos y ventas también han sufrido caídas de dos dígitos.
La compañía atribuye estos resultados negativos principalmente a las interrupciones temporales en el suministro de productos y a la reducción de inventario. Un duro golpe para Stellantis, que también ha visto cómo su ex CEO, Carlos Tavares, recibía una indemnización de 12 millones de euros tras su dimisión.
"Las interrupciones en la cadena de suministro y la reducción de inventario han impactado significativamente nuestros resultados", declaró un portavoz de Stellantis.
Para Carlos Tavares, ex CEO de Stellantis, el 2024 fue un año de grandes ingresos. A pesar de su renuncia, su compensación de ese año ascendió a 23.1 millones de euros, demostrando el valor que aportó a la compañía durante su gestión.
El futuro de Pablo y Stellantis
Mientras tanto, Pablo Campos sigue construyendo su camino en el mundo de las startups, aportando su experiencia y visión a proyectos innovadores. Y Stellantis, a pesar de los desafíos, se prepara para afrontar el futuro con nuevas estrategias y la esperanza de recuperar su rentabilidad.
Dos historias diferentes, pero ambas reflejan la constante evolución del mundo empresarial y la importancia de la adaptabilidad y la pasión por lo que se hace.